LA VILA DE GRÀCIA

LA VILA DE GRÀCIA

La ex-vila de Gràcia conserva un sabor especial que lo ha convertido en el barrio bohemio de Barcelona y en un barrio centro del ocio: bares, restaurantes, teatros, cines, librerías, comercios de todo tipo y especializados se concentran en ésta parte de la ciudad. Los orígenes de dicha población se remontan al siglo XVII, cuando se instaló el convento de los carmelitas descalzaos de Nuestra Senyora de Gràcia, que actualmente lo situaríamos en la iglesia de los Josepets, en la Plaça de Lesseps. Alrededor del convento se establecieron masías y, paulatinamente, se construyeron torres y casas de veraneo en las que la burguesía catalana pasaba sus vacaciones, ya que ir de Barcelona a Gràcia era todo un viaje.

Muchos de los edificios pertenecieron (y pertenecen) a la alta burguesía catalana y son verdaderas obras de arte repartidas por todo el barrio.

Pero fue en pleno siglo XIX cuando Gràcia se desarrolló a nivel urbano e industrial, y esto se vio reflejado en una autonomía municipal y un importante activismo obrero y social. Cuando Barcelona inició el gran proyecto urbanístico destinado a solucionar el problema del alojamiento obrero, el lugar escogido fue el barrio de Gracia; esto la convirtió en un importante centro de producción textil por los muchos artesanos que trabajaban en los telares manuales. Luego apareció con fuerza las actividades relacionadas con la tipografía y, los bajos de las casas se ocuparon por negocios artesanales de todo tipo. Las infraestructuras no se hicieron esperar y, en 1852 el municipio tuvo iluminación de gas, en 1863, el tren de Sarrià tuvo una parada en Gracià, aparecieron los primeros tranvías a caballos entre Barcelona y Gràcia (1872) y, se aprobó el proyecto del Mercat de la Llibertat (1888) y el Mercat de L´Abaceria Central (1892).

En 1897, la Vila de Gràcia, con más de 60.000 habitantes y 6.000 edificaciones, pasó, no sin resistencia, a ser un barrio de Barcelona. De esta época quedan como testimonio algunos edificios y fuentes que lucen el escudo de Gràcia: un lirio sobre fondo azul y es el único barrio de Barcelona que tiene su propio himno.

Gràcia posee el número más elevado de librerías de toda Barcelona, por eso también es conocido como el barrio de las letras.

 Los turistas, y ahora más que nunca, acaban visitando Gràcia por su fuerte personalidad y atractivo, sus plazas en las que reina una animación constante y un ambiente cosmopolita. Gràcia es una especie de Greenwich Village. Como antiguo pueblo que es, Gràcia tiene una red viaria verdaderamente infernal: calles muy estrechas, aceras pequeñas y, unas dificultades de aparcamiento que no te lo puedes imaginar. Aquí hay de todo, hasta lo imaginable; Gràcia es uno de los centros de la gran metrópolis.

El barrio de Gràcia esta formado por una red de callejuelas. La mayor parte de las calles son peatonales.

Vale la pena merodear y, si lo deseáis hacer diferentes recorridos (la bicicleta es lo mejor y hay varias casas de alquiler) y, antes de hacer el Vermut en una de las tantas bodegas que podemos encontrar, os aconsejamos la ruta modernista, aunque, queremos dejar bien claro, que la mejor ruta es perderse por las callejuelas y plazas de Grácia. Si deseáis más información, como la situación del distrito, memorias, arquitectura, el territorio y sus barrios y, un largo etcétera, os recomendamos la siguiente dirección:

 http://w110.bcn.cat/portal/site/Gracia/menuitem.e5e37d1681eb4f0d47d547d5a2ef8a0c/?vgnextoid=516aac8b696b0310VgnVCM10000074fea8c0RCRD&vgnextchannel=516aac8b696b0310VgnVCM10000074fea8c0RCRD&lang=es_ES

Hay muchas tiendas de alquiler de bicicletas, ya que es la forma más idónea para moverse por el barrio.

LA RUTA MODERNISTA DE GRÀCIA

Empezaremos por la parte alta de Gràcia, por el monumento por excelencia y uno de los puntos más turísticos de toda Barcelona: EL PARQUE GÜELL

Para llegar lo mejor es coger el metro hasta la Plaça de Lesseps y, luego, puedes ir andando o tomar uno de los tantos autobuses que hay. No tiene perdida ya que está muy bien indicado.

Uno de los pabellones (1)

Esta es la obra de mayor envergadura, por su extensión, que Gaudí realiza en Barcelona, una zona de 20 hectáreas, con el objetivo de urbanizarla y dotarla de unos servicios con la única finalidad de convertirla en una urbanización-jardín a imagen y semejanza de las que se realizaron en Inglaterra en la segunda mitad del siglo XIX. El Park Güell es la obra más importante realizada por Gaudí a lo largo de su carrera profesional. Cuenta en este trabajo con la colaboración del arquitecto Josep Mª Jujol en todos aquellos puntos en que existe el color. Los dos pabellones que encuadran el acceso principal son considerados como una obra singular y nos permiten, al mismo tiempo, establecer un leve paralelismo con los pabellones de la Finca Güell.

El banco ondulado es toda una creación artística. Está en la parte superior (1).

Detalles del "trencadis" del banco (2)

Por último, hay que citar aquellos elementos que configuran la infraestructura necesaria para acceder a todos los lugares del parque: viaductos, muros de contención, pasos elevados y elementos singulares. 

Salamandra que adorna las escalinatas de la entrada (2)

Los viaductos son el ejemplo del dialogo que se establece con la topografía del lugar. Todos están construidos con piedra del lugar, tratada en bruto pero eligiendo perfectamente su posición. Allá donde se encuentra la hiedra, la piedra es pequeña; donde el muro necesita ser potente, se inclina formando un claroscuro de raíces clásicas y la masa pétrea se nos presenta más rugosa. Donde se producen unos giros con gran desnivel, encontramos unas columnas que, al igual que indican un cambio y un movimiento. Donde el camino es más suave, unos maceteros rodean las palmeras que acompañan la mayor parte del trayecto. 

NOTAS.

1- Las fotografías las tomé hace muchos años, cuando la entrada en el Park era  gratuita, con una cámara analógica muy sencilla, concretamente con una Werlisa Matt, a las 8 h de la mañana en invierno. Por supuesto, luego las he escaneado; por eso su mala calidad. Hoy en día, el Park Güell es de pago (entre 7 y 8 euros) y, ya sea verano o invierno, media hora antes de su apertura, hay decenas de autocares de todas las nacionalidades. Es imposible hacer una fotografía general.

Para todos aquellos que no sepáis lo que era una Werlisa Matt. Habían otras más antiguas de la casa Kodak.

2- Imágenes cedidas por el Ajuntament de Barcelona.

Recomendamos que, para entender el Park Güell y toda la historia, visitéis la web http://www.parkguell.cat/es/ todo un recorrido virtual por dicho parque.

En la Plaça de Lesseps nos encontramos con las Cases Ramos, concretamente están ubicadas en los números 30, 31 y 32 diseñadas por el arquitecto Jaume Torres en 1906 y unidas por una fachada en común. Sus adornos son una constante referencia al mundo natural y, fijándote un poco, observarás flores de todo tipo y abejas en los balcones. Vale la pena detenerse frente a la casa y observar todos sus motivos decorativos. Por cierto, en esta casa, Pedro Almodovar rodó parte de su película “Todo sobre mi madre”.

Las rejas de los balcones simulan abejas.

El interior es de un exquisito modernismo al que no le 
falta ningún detalle. La finca tiene un enorme patio interior, totalmente decorado del mismo estilo.

Los interiores pertenecen a las tres fincas, consecutivas.

















Desde Plaça de Lesseps baja por Gran de Gràcia, la tienes allí mismo, y no te pierdas detalle de las farolas, ya que son realmente exquisitas.

Las farolas y todo Gran de Gràcia es una gran joya del modernismo.







Como te iba diciendo, bajas por Gran de Gràcia por la mano derecha y llegarás al Carrer Carolines.

Concretamente en el número 24 encontrarás una antigua casa preciosa: La Casa Vicens, una de las primeras obras importante de Gaudí. Dicha residencia fue un encargo del fabricante de azulejos Manuel Vicens y, su construcción duró cinco años. Como podrás observar, las referencias al propietario son constantes y, principalmente se manifiestan por el uso de la cerámica, aunque no es el único material que destaca. 

Detalle de la verja

Vuelve a salir a Gran de Gràcia y continua bajando por la derecha. Pasarás la estación de metro de Fontana. Bien, la siguiente travesía es la Rambla del Prat. Entra y sigue hasta el final. A mano derecha estará el Cine Bosc, una fachada repleta de máscaras que han sido ocultadas por las constantes renovaciones que ha sufrido dicho cine. Delante mismo, en los números 21, 19, 17, 15 y 13 encontrarás arquitectura 100% modernista.

Las casas fueron diseñadas por el arquitecto Doménec Boada en el año 1904.  Tienen la misma distribución de tribunas en el primer y segundo piso.
Una auténtica belleza del modernismo catalán.

Toda la calle es de un modernismo exquisito. Recuerda, modernismo no es solo Gaudí.

Las tribunas siempre se encuentran en el primer y segundo piso. Más que explicarlo, lo mejor, es verlo. El barrio de Gràcia es el barrio modernista de Barcelona. 

 Las calles son auténticos museos arquitectónicos

Ahora vuelve sobre tus pasos, atraviesa Gran de Gràcia y sube hasta la parada de metro que hemos pasado antes, Fontana. En dicho margen izquierdo está el Carrer Asturies. Síguelo hasta el final, cruzarás Torrent de L´Olla y, tras unos metros, habrás llegado a la Plaça del Diamant. Estas en el corazón de la Vila de Gracia. Un auténtico museo por el que camina la gente al aire libre. 










Desde la Plaça del Diamant ve hasta el Carrer de L´Or (cruzas la plaza y encontrarás la calle)). Nos detendremos en el número 44 para admirar la Casa Rubinat construida por Francesc Berenguer i Mestres en 1909 (como muchas casas del barrio). No pierdas detalle de las ornamentaciones y del hierro forjado. Los adornos florales, gracias al color, parecen estar vivos. 

Aunque en realidad fue diseñada y construida por Francesc Berenguer, los diseños están firmados por Joan Rubió i Bellver ya que Berenguer no estaba titulado. 

Ahora gira y te daras de bruces con el Carrer Torrijos. El edificio número 14 de dicha calle también es del mismo arquitecto. Como anteriormente hemos dicho, muchas casas del barrio de Gràcia están construidas por Francesc Berenguer.

Un poco más abajo, apenas unos metros, hay una calle con mucho tráfico. Es La Travessera de Gràcia. Gira a la derecha y vuelve a Gran de Gràcia. Estás recorriendo el pulmón de todo el barrio. Una vez llegas a Gran de Gràcia, la cruzas e, inmediatamente la subes, sin dejarla. Un par de calles después te encontrarás con el Carrer del Cigne (siempre subiendo y a tu izquierda). Entra y te encontrarás con El Mercat de la Llibertat, ubicado en una zona de mercado cuando Gràcia era un pueblo. Impresionante el trabajo del hierro forjado del escudo con formas modernistas.

Puedes dar la vuelta al mercado y salir de nuevo a Gran de Gràcia y bajar por donde antes has subido. No dejes de admirar los excelentes edificios con tribunas ubicados en la acera contraria. La calle se ensanchará un poco y ya lo podrás ver. Un edificio impresionante actualmente convertido en uno de los más lujosos hoteles de Barcelona: LA CASA FUSTER

El edificio fue creado y diseñado por Lluís Domenech i Montaner utilizando muchos de los elementos que lo caracterizaban, como las anchas columnas como base, las ventanas en forma de triangulo y una preciosa ornamentación floral. Todo el edificio denota una expresión contenida y expresiva gracias al blanco del mármol. A partir de la primera planta hasta la última, aparece una tribuna que termina su coronación en lo más alto del edificio.

Fíjate atentamente en toda la ornamentación de las columnas.

Si lo deseas puedes entrar en el hall del hotel; es impresionante.

Esta es la ruta principal del modernismo de Gràcia, aunque como ya hemos comentado, el estilo modernista está muy presente en todo el barrio. Por otra parte, puedes componértela como desees o como te vaya bien. No es algo a seguir a pies juntillas, vamos. Si una vez que has llegado a la Plaça del Diamant decides perderte por las callejuelas, pues perfecto. Es una gran opción. Por otra parte, si decides volver a pasear por Gran de Gràcia, pues mejor que mejor, ya que en los números 77 y 61 hay dos edificios modernistas muy interesantes. Y lo que no es modernismo, claro está. Y ahora, como no, tomate un vermut tranquilamente.

Para terminar esta sección decirte que en toda La Vila de Gràcia, hay hoteles, hostales, albergues y apartamentos. Puedes alojarte aquí cuando vegas a Barcelona. En Google lo encontrarás una información detallada al respecto.

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Una de las primeras casas de Gaudí está en una pequeña calle.