Vistas de página en total

Mostrando entradas con la etiqueta CIUDADES: Lisboa.. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta CIUDADES: Lisboa.. Mostrar todas las entradas

CIUDADES: Lisboa

LISBOA

En el mes de Junio pasamos unos días en Lisboa y quedamos gratamente sorprendidos al descubrir que, los precios, son bastante más baratos que en España. Por lo visto, tras la crisis y el rescate, todo ha cambiado bastante en lo que se refiere a la economía. Hace unos años, España y Portugal, estaban a la par, vaya, que el encarecimiento de la vida era el mismo al igual que el precio de las cosas. Ahora no. Portugal es mucho más barato, claro que siempre has de buscar las oportunidades. Lo primero, evidentemente ya lo has pensado, es no viajar en temporada alta; si tienes la oportunidad de viajar en temporada baja o media, no lo dudes, ya que te puedes ahorrar hasta un 30% del precio total. De todas formas, intentaré darte unos consejos que espero que os ayuden.
              Una vez has aterrizado en Lisboa, puedes coger directamente el metro o, por lo contrario, también hay AIRBUS con paradas en todos los lugares principales de la ciudad. Es conveniente que sepas de antemano la localización de tu hotel. Tampoco pasa nada por coger un taxi, ya que calculo que te costará unos 10 euros pero, de todas formas, vamos a empezar ahorrando. Como no tenía un mapa de las líneas de metro y el AIRBUS quedaba cerca, me esperé en la parada convenientemente señalizada. Diré desde un principio que los transportes públicos es lo mejor para moverse por Lisboa, además, la gente es amabilísima y te indican sin problemas. En dicha parada de bus, hay pequeños mapas para la primera orientación en la ciudad que nos atañe.
            Nosotros siempre solemos elegir un hotel que den desayuno de bufete (son un poco más caros pero vale la pena) y acostumbramos a desayunar fuerte, de forma que, comemos un bocadillo al mediodía y, en Lisboa, te aconsejo que tomes sopa. Son buenísimas, económicas y llenan el estómago. En Portugal las toman haga frío o calor. Nosotros siempre nos hospedamos en algún hotelito cerca del Parque Eduardo VII,  
Parque Eduardo VII. Al fondo la estatua del Marqués de Pomball, donde empieza la Avenida da Libertade


creado precisamente para conmemorar la visita a la ciudad de este monarca inglés y, aunque no es el de mayores dimensiones, sí es el más transitado y visitado por los lisboetas. El metro más cercano es Parque.     El primer día, a la llegada y para tomar contacto con la ciudad, dimos un paseo por el Parque antes nombrado (Eduardo VII) y nos dirigimos a la Estufa Fría,
Exterior Estufa Fría
 que se diseño aprovechando el hueco de una roca y alberga distintas plantas tropicales procedentes de África, además de otras especies botánicas. El recinto, protegido por una original estructura de hierro, mantiene siempre una temperatura constante, evitando los valores extremos del invierno o verano. Un jardín botánico emplazado en plena ciudad. Por suerte, nosotros fuimos el 10 de Junio, día de Portugal, y no tuvimos que pagar, ni aquí ni en otros sitios, ya que la entrada es totalmente gratuita. Tenedlo en cuenta.








Interior Estufa Fría y Estufa Quente

Luego, un poco más arriba está el mirador del Parque Eduardo VII;se reconoce de inmediato por su enorme bandera y un monumento simbólico en conmemoración a la revolución del 25 de Abril. Si nos situamos exactamente en el centro, veremos todo el Parque de Eduardo VII, la estatua del Marqués de Pomball, ubicada en la plaza del mismo nombre y, como la Avenida da Libertade, se pierde al fondo.
Mirador de los Jardines Eduardo VII

                                                   
Y empezamos a cruzar la ciudad de punta a punta, recorriendo el centro más importante. La Avenida da Libertade, como su nombre dice, es una avenida arbolada centro de festividades, manifestaciones siendo la principal arteria de Lisboa. Allí podemos encontrar la Embajada Española, el Monumento a la Gran Guerra, en honor a todos los que perdieron la vida en la I Guerra Mundial y, tiendas de lujo como Armani, Prada, Gucci etc. Un detalle: unas preciosas aceras decoradas con motivos arabescos, aunque hoy en día y, a causa de la enorme crisis en que se haya sumergido el país, están bastante abandonadas. Continuamos dirección sur, o sea, bajando. Paseando, sin prisas, admirando la exquisita arquitectura, llegamos a la Plaza de los Restauradores. Aquí hacemos un alto. A vuestra derecha encontraréis un enorme caserón de color rosa, bien, es el Palacio de Foz y hoy en día alberga la principal Oficina de Turismo. Aquí haremos acopio de mapas de la ciudad, líneas de metros, autobuses y tranvías, diferentes elevadores de cremallera y tipos de tarjetas para nuestros viajes. Concretamente nosotros adquirimos la tarjeta 7 Colinas que sirve para todo tipo de transportes incluido el tren; pero hay más. Coge la que más te convenga y ten en cuenta que el transporte público te lleva por toda la ciudad sin problemas. No hace ninguna falta que te gastes el dinero en autobuses turísticos. Lisboa no es tan grande como Madrid o Barcelona. Al salir del Palacio de Foz-Oficina de Turismo, unos metros más abajo, encontrarás la Estación de Rossio. Recuérdala, ya que allí cogeremos el tren cuando decidamos irnos a Sintra. Unos pasos más hacia el sur (siempre bajando) y estaremos en la comúnmente llamada Plaza de Rossio (podéis observar que todo queda muy cerca) aunque su nombre real es el de Plaza Don Pedro IV. Si te sitúas en el centro (donde está la estatua) y miras hacia el sur, verás 3 calles: dos laterales y una central. La de la izquierda está plagada de restaurantes (aquí, el precio es como en España pero, siendo una zona turística, la verdad es que es barato), la de la derecha nos llevaría al Elevador de Santa Justa y la del medio es la Rua Augusta. Cogeremos esta última.

                                                                   Rua Augusta

Desde el principio ya veremos que, al final de la calle se eleva el Arco Triunfal, que da paso a la Plaza del Comercio que preside la estatua ecuestre de José I.
Aquí se trata de perder tiempo paseando y, en dicha plaza se encuentra la Casa dos Bikos, cuya fachada esta revestida de piedras cortadas en pirámide. Allí empieza el Barrio de Alfama. Desde la Plaza del Comercio también se pueden coger los ferris que cruzan el Tajo y daros un garbeo en la orilla contraria, eso ya es asunto vuestro o, también podemos dejarlo para otro rato. Terminado el paseo (os lo tomáis con toda la tranquilidad del mundo) 

nosotros decidimos dirigirnos a la calle que encontraremos a la izquierda de la Estatua de José I, creo que se llama Calle del Ouro y, al poco rato, nos encontraremos con el Elevador de Santa Justa, una gran torre de hierro de 45 metros de altura por la que sube un ascensor comunicando los barrios de la Baixa y Chiado. Me ahorraré hablar de su ingeniero ya que, a estas alturas, estoy seguro de que ya sabes que 


era uno de los discípulos de Eiffel, además, todo eso lo puedes encontrar en cualquier pequeña guía de viajes, incluida la información que puede disponer Google.








Subir, en Junio de 2014, valía 5 euros pero, una vez estás arriba, no vuelvas a bajar en el ascensor. Por 1,50 euros puedes subir dos pisos más hasta el mirador, uno de los mejores de toda la ciudad. Vale la pena.


Vistas de Lisboa desde el elevador de Santa Justa


Luego, bajas del mirador y, tampoco agarres el ascensor para bajar, sino que sigues por la salida del Elevador al barrio de Chiado. Saldrás a una pequeña plaza donde siempre hay músicos tocando y varias terrazas. Estás en Largo do Carmo. Si lo deseas y tienes hambre puedes comer en Restaurante  Leitaria Académica.



O en cualquiera de los bares del alrededor. A nosotros nos pareció uno de los más asequibles pero ninguno es muy caro. Luego puedes ir a tomar un café en el famoso A Brasileira, el café más literario de toda Lisboa que se encuentra exactamente en la Rua Garret, 120, cerca de la boca de metro de Baixa-Chiado
Estatua de Fernando Pessoa
Interior del Café A Brasileira






IMPORTANTE: No te importe preguntar por los lugares ya que, los lisboetas, son gente muy amable y cortes, además de que la mayoría entiende perfectamente el castellano.

 Al día siguiente, después de despertarnos pronto, ducharnos y, desayunar fuerte, decidimos ir a Belém (en realidad, lo habíamos decidido la tarde anterior tomando una cerveza). Para ello cogimos el metro en Parque (línea azul). Hicimos transbordo en Baixa-Chiado a la línea verde hasta Casi do Sobre (final de la línea verde) donde se halla la estación de tren que va a Cascais.  Tras tres o cuatro paradas, nos bajamos en Belém y vimos el Monumento a los Descubridores (Monumento aos Descubrimentos)
Monumento a los descubridores


construido para conmemorar los 500 años de la muerte de Enrique el Navegante. Quién es quién en el monumento lo puedes encontrar en la guía, aunque ignoro si una turística lo pondrá. Si seguimos caminando unos 500 metros por la orilla del rio, llegaremos a la famosa Torre de Belém, de clara influencia islámica y oriental.
Torre de Belém
Trre de Belém
























IMPORTANTE: Abren a las 10 de la mañana pero te aconsejo que estés un poco antes, pues ya hay cola para entrar. IMPRESCINDIBLE: Cuando compres la entrada para acceder al interior de la Torre de Belém, te aconsejo que también compres la entrada lo hagas también para el Monasterio de los Jerónimos y, así, te evitarás la cola para este último.
Interior Torre de Belém
Interior Torre de Belém


Los Jerónimos


En el claustro del Monasterio de los Jerónimos reposan los restos de Fernando Pessoa

Lugar donde reposan los restos de Fernando Pessoa



A la salida no olvides visitar la Iglesia de los Jerónimos, donde se halla la tumba de Vasco de Gamma. No hace falta correr, lo puedes hacer todo en un día o menos pero…como no hayas comprado la entrada antes, no tengo ni idea. Aquello rápidamente se llena por completo de autocares, por eso es imprescindible comprar las entradas en la Torre de Belém.
Tumba de Vasco de Gamma


En Lisboa, es típico darse una vuelta por el tranvía número 28, así que te aconsejo que lo pilles en el principio y te bajes al final. Ten en cuenta que he dicho “es típico” y, eso significa que, en pleno verano, hay larguísimas colas. Lo mejor es ir temprano. Pasarás por La Catedral (Sé) y cerca del Castillo de San Jorge (Castelo de Sao Jorge). Mucha gente sube al Castillo con el tranvía pero, más adelante, te diré una forma de llegar totalmente gratis. Sigue tomando el pulso a la ciudad y recorre la Alfama en tranvía.
Alfama
              Otra forma de ver el barrio de Alfama (la parte menos turística) y comer de forma muy económica es cogiendo el metro y bajando en la parada de Santa Apolónia (final de la línea azul), allí mismo encontrarás el museo militar y, a la derecha, una cuesta muy empinada. Súbela y estarás en la Alfama más auténtica. Cuando nosotros estuvimos también estaban en fiestas (creo que la fiesta de San Antonio) y comimos sardinas y chorizo a la brasa. Una delicia.
Alfama
Alfama





Anteriormente te he dicho que te comentaría la forma de llegar al Castillo de San Jorge totalmente gratis. Para ello irás a la Plaça Figueira (tiene parada de metro) y entrarás en la Rua dos Fanqueiros. Hacia la mitad encontrarás un gran edificio, entras y verás unos ascensores. Son totalmente gratis. Para subir al Castillo de Sao Jorge, hay que coger dos. Tardarás menos de 5 minutos. Hace menos de un año que los han construido y no salen en ninguna guía. Será que son gratis.
Castillo de San Jorge


La Catedral (Sé) se puede ver perfectamente en medio día y quedarte a comer cerca. Si ya has dado la vuelta a la Alfama con el famoso tranvía 28, puedes ir en autobús y no hacer largas colas de nuevo.
FOTOS Sé
Puedes comer cerca, por ejemplo en Rio Coura (Rua Augusto Rosa, 30) o en Tasca da Sé (Rua Augusto Rosa, 62).





Están muy cerca y son económicos. De primero puedes probar una sopa y de segundo, si vas con otra persona, puedes compartir un bacalao. En Portugal sirven la comida en bandejas, vaya, que pides un bacalao y te traen el bacalao además de patatas, judías y un largo etc… Para uno solo es demasiado. Mejor compartir la comida. Todos lo hacen.
Interior de La Sé


La Sé


Para ir a La Sé hay autobuses, motocarros y tranvías. Esta situada en la Alfama más turística





Resérvate un día para ver Sintra. El tren sale de la estación de Rossio, que está entre la Plaza de los Restauradores y la Plaza de Rossio.

Estación de Rossio


Los trenes salen cada cuarto de hora. De todas formas te aconsejo ir pronto. Es imposible ver todas las cosas en un solo día. La verdad es que en Sintra es para estar 3 días. Hacer todo el circuito es imposible. Es mejor ver dos cosas y verlas bien, a estar en 5 y no ver nada. El trayecto dura unos 40 minutos. Nosotros, al bajar de la estación, tomamos un café y nos encaramamos en un autobús con destino al Palacio da Pena, una mezcla de estilos arquitectónicos que te deja boquiabierto. Un verdadero cuento de hadas.



Palacio da Pena


Jardines del Palacio da Pena


Luego volvimos a Sintra y, sin comer, nos metimos en otro autobús dirección a Cabo da Roca, el punto más occidental de toda Europa y, desde donde partieron las carabelas portuguesas. Hay un mirador espléndido pero, el  principal atractivo, es estar en el punto más occidental de toda Europa.





Cabo da Roca. El punto más occidental de toda Europa y, desde donde partieron las carabelas portuguesas.






También te hacen un certificado en la Oficina de Turismo. Tiene un coste de 11 euros. Si te lo planteas, es el mejor souvenir que puedas tener de tu viaje. Luego, vuelta a Sintra, comimos algo en un bar que está frente a la estación, muy económico. Cuando llegamos a Lisboa había anochecido.
Lisboa es una ciudad para pasear, tomar algo en alguna terraza escuchando música y disfrutar. Nos lo tomamos con calma. Deseábamos ver la Boca do Infierno: una especie de enormes grutas y cavidades en la roca. Luego paseamos tranquilamente hasta llegar a Cascais. Comer aquí es prohibitivo. En muchas guías aconsejan que se puede comer de forma económica en un restaurante cerca de la estación llamado La económica. Hoy en día nada de nada. Es igual de caro que los demás. Cogimos el tren y nos marchamos de vuelta a Lisboa, aunque es muy aconsejable darte una vuelta por la playa aunque sea para romper la rutina del día a día.




Cuando se nos hubieron terminado nuestros días de asueto, cogimos el metro para ir al aeropuerto. Magnifico. No tiene perdida. Pillas la línea roja y te bajas al final.
Lisboa es una gran ciudad para ver cosas y pasear. Puedes perder el tiempo tomándote una cerveza o un café. No lo dudes. Aparte es muy económica, mucho más que España. Por lo menos en Junio del 2014.

              Ahora sí, ya para terminar, decirte que no he deseado en ningún momento hacer ni una guía, ni una ruta turística. Si vas a Lisboa, haz tu propia ruta. Es lo mejor. Sobre todo no te dediques simplemente a fotografiar la ciudad. VÍVELA.

 Si puedes debes ir a comer a Chapito. No está tirado de precio pero, por lo que es, no es del todo caro. Reserva mesa y, pídela al lado de la ventana. Si te alojas en un hotel, pídeselo al recepcionista. Siempre es una garantía. Para llegar al restaurante lo mejor es coger los elevadores (ascensores) gratuitos. Te dejan casi en la misma puerta. Cierran a las 9 de la noche pero puedes bajar dando un paseo. Precioso.


En la Oficina de Turismo de la Plaza de los Restauradores no dejes de preguntar por los diferentes elevadores cremallera que suben al barrio alto.


Elevador da Gloria